Santiago, 22 de enero de 2020.- Con objeto de realizar una revisión general de los acuerdos alcanzados en la COP25, así como los beneficios para Chile de tener una estrategia climática, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) presentó esta mañana en SOFOFA su Estrategia Climática de Largo Plazo. Por su parte, la consultora McKinsey mostró su estudio “Chile’s Optimized Pathway to Net Zero Carbon Emissions by 2050”, investigación que propone una hoja de ruta de descarbonización para el país, desde una perspectiva técnica y económica, estimando el costo que implica adoptar las tecnologías requeridas.
Bernardo Larraín, presidente de SOFOFA, agradeció la presencia del MMA y destacó el esfuerzo realizado por McKinsey en la realización de su estudio: “Vemos que existe una oportunidad, no solo para llegar a la carbono-neutralidad (…) no se trata solo de una estrategia para reducir emisiones en Chile, sino que también para posicionarnos como un país verde, y también como un exportador de oportunidades de reducción de emisiones”, afirmó.
Jenny Mager, coordinadora de Mitigación e Inventarios de la Oficina de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente, destacó que este año se trabajará la Estrategia Climática de Largo Plazo, considerando que el Acuerdo de París suscrito por Chile invitó a las partes a presentar sus planes abordando el desafío de carbono neutralidad al 2050, con una planificación anticipada. “Esta estrategia es uno de los instrumentos que está en el anteproyecto de la ley marco de Cambio Climático, el que ya ingresó al Congreso y es el instrumento principal de gestión de cambio climático”, precisó Mager.
Más adelante, la consultora McKinsey dio a conocer el estudio “La ruta optimizada de Chile hacia Emisiones Netas Cero de Carbono a 2050”, el cual señala que el país podría cumplir sin problemas con la meta de carbono neutralidad hacia 2050 y así obtener importantes beneficios y además ganancias en términos económicos. Sin embargo, para lograrlo debe trabajar desde hoy para sortear las barreras presentes, lo cual requiere incorporar una serie de tecnologías para su exitosa implementación.
“Chile tiene una gran oportunidad y las nuevas tecnologías lo van a hacer aún mejor. Pero el partido se juega en los próximos 10 años, lo que implica de aquí a 2030 lograr la adopción de las tecnologías. Estas están, y van a aparecer un par más, pero el desafío es cómo hacer que se adopten, y eso es un tema de implementación que hay solucionar en cuanto a capacidades, precios, servicios de post venta, contar con más competencia y mejoras en temas de regulación”, comentó Xavier Constantini, socio de Mckinsey & Company.
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